Migración y Desarrollo, volumen 18, número 35, segundo semestre 2020, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas», a través de la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, Jardín Juárez 147, colonia Centro, Zacatecas, C.P. 98000, Tel. (01492) 922 91 09, www.uaz.edu.mx, www.estudiosdeldesarrollo.net, revistamyd@estudiosdeldesarrollo.net. Editor responsable: Raúl Delgado Wise. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo Vía Red Cómputo No. 04-2015-060212200400-203. ISSN: 2448-7783, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de última actualización: Unidad Académica de Estudios del Desarrollo, Maximino Gerardo Luna Estrada, Campus Universitario II, avenida Preparatoria s/n, fraccionamiento Progreso, Zacatecas, C.P. 98065. Fecha de la última modificación, diciembre de 2020.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco García Salinas» a través de la Unidad Académica de Estudios del Desarrollo.

https://doi.org/10.35533/myd.numero35

Migración internacional y género. El caso de las mujeres inmigrantes mexicanas calificadas en Estados Unidos

International migration and gender: the case of skilled Mexican immigrant women in the usa

Recibido 5/11/20 | Aceptado 29/11/20

José Luis Ávila*  |  Selene Gaspar Olvera**

* Mexicano. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo-e: avilama@unam.mx
** Mexicana. Universidad Autónoma de Zacatecas. Unidad Académica en Estudios del Desarrollo. Adscrita al proyecto Sistema de Información Sobre Migración y Desarrollo (SIMDE-UAZ). Correo-e: selene.gasparolvera@gmail.com

Resumen. Este artículo presenta evidencia sobre la dinámica laboral de las mujeres inmigrantes mexicanas calificadas de México a Estados Unidos, enfatiza en que las mujeres inmigrantes mexicanas están logrando una inserción más favorable en el mercado laboral estadounidense en cuanto a la escala ocupacional. Si bien optan en mayor medida por adquirir la ciudadanía estadounidense y mejor dominio del idioma inglés, experimentan una discriminación salarial a favor de los connacionales varones, superior hasta 30%. Las mujeres migrantes calificadas y altamente calificadas participan activamente en el proceso migratorio México-Estados Unidos, de manera que el conocimiento de los factores asociados a su inserción laboral tienen gran relevancia. Asimismo, se hace hincapié acerca de la necesidad de que México construya una política migratoria que reduzca los costos de la migración calificada y altamente calificada y aproveche sus potenciales beneficios.

Palabras clave: inmigrantes, mujeres, Estados Unidos, México, actividad.

Abstract. This article examines the labor dynamic of skilled Mexican immigrant women in the United States, which reveals that Mexican immigrant women are gaining an increasingly favorable place in the U.S. labor market in terms of the occupational ladder. While they choose for the most part to acquire U.S. citizenship and improve their English skills, they experience salary discrimination compared to their male counterparts, by some 30%. Skilled and highly-skilled women immigrants actively participate in the Mexico-usa migratory process, and as such an understanding of the factors associated with their labor participation is desired. Likewise, the article emphasizes the need for Mexico to produce a migratory policy that reduces the costs resulting from skilled and highly skilled migration while taking advantage of its potential benefits.

Keywords: immigrants, women, United States, Mexico, participation.

Introducción

La migración internacional está experimentando transformaciones de gran calado cuya comprensión exige una revisión profunda de los marcos conceptuales y metodológicos para su entendimiento y el diseño de políticas públicas en la materia. Entre dichos cambios resalta, en primer lugar, su crecimiento de 57% en las últimas dos décadas al pasar de 173.5 millones de personas que viven en un país distinto al de su nacimiento en el año 2000 a 271.6 millones en 2019, con lo cual la proporción de los migrantes respecto de la población mundial aumentó de 2.8 a 3.5%, respectivamente (NU, 2019).

Un segundo cambio relevante radica en que las naciones de altos ingresos se están consolidando como destino principal de los migrantes internacionales; de hecho, actualmente la mitad vive en Europa y Estados Unidos. Una tercera transformación relevante radica en la desaceleración, luego de un periodo de alto crecimiento, de la participación de las mujeres en el flujo migratorio al pasar de 49.2% en 2000 a 47.9% en 2019. Más allá de si se trata de un fenómeno coyuntural, es importante destacar que en los países desarrollados la inmigración femenina es mayor que la masculina, como en América del Norte (51.8%) y la Comunidad Europea (51.4%), (UN, 2019).

Una cuarta metamorfosis de la migración internacional es el dinámico enrolamiento de las personas con estudios profesionales o posgrado, cuyo ritmo de crecimiento ya supera a los migrantes de escolaridad menor. Destaca también la creciente participación de las mujeres en este flujo, fenómeno que se observa tanto en los países avanzados (OCDE, 2019) como en América Latina y el Caribe (CEPAL, 2019). En el caso particular de la migración calificada México-Estados Unidos, diversos estudios confirman tanto el rápido crecimiento de los migrantes con estudios profesionales o posgrado como de migrantes del género femenino, cuyos desplazamientos tienen la finalidad principal de trabajar o estudiar en el vecino país del norte, alejándose con ello de las funciones tradicionales de esposa, madre, hija o hermana (Delgado, 2014; Gaspar y Chávez, 2016; Pederzini, 2018; Ramírez y Tigau, 2018; Ramírez y Gandini, 2018).

Este artículo presenta evidencia sobre la dinámica laboral de las mujeres inmigrantes mexicanas calificadas de México a Estados Unidos. En la primera parte, el estudio se enfoca en la inserción laboral de hombres y mujeres inmigrantes mexicanos en Estados Unidos de 22 o más años de edad con estudios superiores de grado asociados a licenciatura y posgrado, distinguiendo entre migrantes de género masculino y femenino. En la segunda parte, se concentra la atención en las mujeres migrantes, sus desigualdades y desventajas a causa del género en la formación del capital cultural, mediante el análisis de la condición de actividad de la población de 22 a 70 años de edad que posee estudios de licenciatura o posgrado. El análisis utiliza un modelo logístico binomial para identificar algunos de los factores asociados a la inserción laboral de hombres y mujeres inmigrantes procedentes de México que en 2017 viven en el vecino país del norte. El estudio se basa en estimaciones propias, las cuales se llevan a cabo con datos de la American Community Survey (ACS).1

Globalización y migración internacional calificada

En el ascenso de la migración internacional de personas altamente calificadas subyace un entramado de poderosas fuerzas de muy diversa índole. Entre las de orden estructural destacan la desigualdad del nivel de desarrollo de las naciones, los desfases de la transición demográfica y las diferentes capacidades científicas, tecnológicas y de innovación dictada por la madurez de su proceso de desarrollo. De igual modo, de los muy diversos cambios impulsados por la globalización del sistema mundial, cabe señalar la liberación de los mercados, bienes y servicios, así como de capitales y la segmentación del ciclo de producción de un bien en varias naciones que hace posible la «fábrica mundial». Estos fenómenos escalan la migración de personas altamente calificadas, incluyendo los movimientos intrafirma y la subcontratación (Delgado, 2014).

La globalización, que ha transformado al conocimiento en el activo más valioso del desarrollo, anima a los gobiernos de los países avanzados al diseño de una gama amplia de incentivos para atraer a migrantes altamente calificados con vistas a fortalecer las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) y con ello sus ventajas competitivas (Strack, Baier, Marchingo y Sharda, 2014). Así, el total de inmigrantes con educación terciaria en los países de la OCDE aumentó 108% entre 2000/2001 y 2015/2016, con lo cual su participación en la población en edad de trabajar con educación superior y de posgrado creció de 11 a 16%, respectivamente. Cabe mencionar que cerca de la mitad de estos migrantes en los países del G20 2 provienen de otros países del mismo grupo, y aproximadamente la misma proporción está en la OCDE (2019a). En 2018, por ejemplo, Suiza, Estados Unidos y Canadá sobresalen en las primeras posiciones como naciones atractoras de talentos en el Grupo de los 20, al tiempo que Dinamarca, Noruega, Austria y los Países Bajos ocupan las primeras posiciones del índice global de talento (Institute for Management Development, 2018).

Las naciones avanzadas cuentan con las instituciones de educación superior e investigación más avanzadas del mundo y proporcionan sus servicios a estudiantes de países emergentes. A quienes destacan por su alto rendimiento, ofrecen al término de estudios de posgrado opciones laborales y facilidades para prolongar su residencia. El crecimiento de los estudiantes internacionales en los países de la OCDE ha sido constante: mientras en 2008 se estima en alrededor de un millón el total de visas otorgadas, en 2019 la cifra se elevó a 1.5 millones. Muchos de estos estudiantes se han posgraduado en áreas STEM y son contratados por empresas de los países huésped. El fenómeno ha sido tan significativo que los estudiantes internacionales «representaron un promedio de 9% de todos los estudiantes de nivel terciario de la OCDE en 2016, pero 15% de todas las inscripciones en programas de maestría y 24% de las inscripciones de doctorado» (OCDE, 2019:19).

En términos generales, el gobierno de Estados Unidos alinea una amplia gama de incentivos para atraer migrantes altamente calificados, como son mayores oportunidades de encontrar un empleo apropiado a sus capacidades, un salario más elevado que en los países de origen y facilidades para el traslado e integración de sus familiares a la sociedad estadounidense, además de la infraestructura científica y un ambiente institucional propicio para la práctica profesional (OCDE, 2009; OIT, 2006). Si bien Estados Unidos cuenta con un sólido sistema de visas, proyecta fortalecerlo con una variante del sistema de puntos en la evaluación de inmigrantes, sistema que utilizan otros gobiernos de las naciones avanzadas (Carámbula, 2015). Hasta ahora, al vecino país del norte, el visado ha favorecido un aumento de los trabajadores extranjeros en las áreas STEM de 509 mil en 1990 a poco menos de 2 millones en 2015, lo que acrecienta su participación en el mercado laboral de 11.9 a 24.3%, respectivamente.3 Un forma de acercarse al impacto en el mercado laboral del reclutamiento de personal altamente calificado es agregando a las áreas STEM las ciencias de la salud y ciencias sociales, pues con ello el número de trabajadores extranjeros altamente calificados radicados en Estados Unidos aumenta de 1.2 a 3.9 millones en los años referidos, y casi duplican su participación al pasar de 10.6% en 1990 a 19.3% en 2015 (American Immigration Council, 2017).

Ascenso de las mujeres en la migración internacional calificada

Uno de los cambios más importantes de las últimas décadas que se acentúa con la globalización es la mayor incorporación de las mujeres en el sistema educativo y en el mercado laboral. En el ámbito de la formación de recursos humanos más calificados, las mujeres están accediendo a las áreas en que los migrantes masculinos han predominado, como es el caso de STEM, y otras relacionadas con administración, negocios y ocupaciones afines, salud y servicios. Así, las mujeres están asumiendo el reto de participar activamente en la migración calificada con funciones cada vez más activas, autosuficientes y visibles, y se engrosan en este tipo de migración porque «resulta ahora igualmente atractivo para los hombres y para las mujeres, por la elevada rentabilidad de su inversión en educación que la migración les ofrece» (Naciones Unidas, 2004:24).

Actualmente, se estima que la tasa de emigración de hombres y mujeres nativos de los países del G20 con estudios profesionales o posgrado es casi idéntica (de 8.7%), y entre los nacidos en otros países las migrantes femeninas ascienden a 20.4% y los masculinos se ubican en 16.4% (OCDE, 2019c:21). El dato, por lo demás, confirma que la brecha de género en la tasa de emigración calificada es mayor en los países de menor desarrollo.

En este sentido, cabe destacar que Kenny y O’Donnell (2016) aportan evidencia de una recompensa superior a la migración femenina de países con desigualdad de género a países con mayor igualdad de género, puesto que escapan de la mayor opresión que enfrentan en sus países de origen.4 Dicha situación se observa en la migración calificada México-Estados Unidos, donde las desventajas debidas al género que las mexicanas enfrentan en nuestro país son mayores que en Estados Unidos (Ávila y Tuirán, 2018).

Siguiendo a Kenny y O’Donnell (2016), debe señalarse que las estrategias y políticas para alentar la participación de las mujeres en el mercado laboral deben propiciar la igualdad de remuneraciones y legislación laboral igualitaria, así como la asistencia para el cuidado de los menores. También tiene gran relevancia facilitar la revalidación y reconocimiento de títulos y calificaciones de los países de origen de la migración; sin embargo, cabría señalar que esta realidad del mercado laboral, constatable tanto en países avanzados como emergentes, reviste el carácter de una sobreexplotación de la fuerza de trabajo femenina, sobrecargada entre las inmigrantes debido a razones extraeconómicas, puesto que los roles, su lugar en el sistema jerarquizado y el estatus son atribuidos a las mujeres por la dominación masculina, manifestación de la sociedad patriarcal. Siguiendo a Ruy Mauro Marini (1973), puede decirse que en los países dependientes donde predomina la superexplotación del trabajo, se produce una doble explotación de la fuerza de trabajo femenina, dado que se le paga menos al trabajador masculino, quien ya es superexplotado. En consecuencia, si bien es atendible la sugerencia de Kenny y O’Donnell, debe considerarse que para materializarla es necesario trascender las reivindicaciones en el marco institucional para reconocer el papel del feminismo y desplegar acciones para erradicar la injusticia de género que se advierte en el mercado laboral. Sin duda, en esas acciones, el feminismo podría fortalecer posiciones y materializar logros si establece alianzas con el género masculino, partiendo de la identidad que resulta de que ambos son superexplotados (Fraser, Arruza, Bhattacharya, Ramas y Martínez, 2019).

La operación de fuerzas de índole estructural ya mencionadas, además de la coyuntura de crecimiento económico de Estados Unidos entre 1990 y 2007, determinaron un significativo aumento de la migración de mexicanos a Estados Unidos. Los microdatos de la American Community Survey (ACS) del Buró de Censos de Estados Unidos confirman el rápido crecimiento hasta ubicarse, en el año 2000, en un total de 9.3 millones de personas nacidas en México residiendo en ese país. Dicho ascenso que se prolongó hasta el primer lustro del nuevo siglo, determinó que en 2005 el total respectivo ascendiera hasta 11.2 millones, lo que representó un aumento de 20.4% respecto del año 2000. No obstante, el estallido de la crisis financiera en 20072009, cuyo epicentro fue Estados Unidos, determinó un aumento drástico del desempleo y la disminución de ingreso real, lo cual contrajo bruscamente la emigración y alentó el retorno a México de miles de connacionales. Se abrió entonces una nueva era de contención de la migración México-Estados Unidos que se prolonga hasta nuestros días. El número de inmigrantes mexicanos se mantuvo en los niveles alcanzados en 2011, en 11.9 millones de mexicanos viviendo en Estados Unidos, esto con un modesto aumento de 5.7% entre 2005 y 2011, y en el sexenio posterior el número de inmigrantes mexicanos se mantuvo con variaciones mínimas, en alrededor de 12 millones.

Un contraste significativo con el flujo total de migrantes mexicanos se muestra en la gráfica 1, donde se advierte una trayectoria marcadamente distinta de los migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos que poseen títulos profesionales o de posgrado. En efecto, el total de connacionales con esa escolaridad aumentó en 131.8% entre 2000 y 2017, al pasar de 450 mil a 1 millón 71 mil personas, respectivamente. La desagregación de la información por grado académico describe intensidades distintas pero todas pautadas por el ascenso. Así, quienes ostentan el grado de maestría lograron un crecimiento de 212% al pasar de 44 mil a poco más de 138 mil maestros en los años de referencia, seguidos por aquellos que ostentan el nivel de licenciatura (155%) y el grado asociado a estudios superior de nivel licenciatura (121%). El nivel de posgrado observa un incremento de 127% al pasar de 86 mil a 194 mil.

Gráfica 1
Inmigrantes mexicanos en Estados Unidos con estudios superiores por nivel educativo, 2000 y 2017 (miles)

Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ACS) 2000, 2006, 2007, 2010, 2011 y 2017.

Un cambio sobresaliente en la trayectoria de la migración calificada es la participación de la mujer, cuya migración se desvincula de los roles de esposa, madre o hija y se perfila como autónoma, independiente de la migración masculina, incluso con independencia de su situación conyugal o condición de paridez. El enfoque de género nos ayuda a comprender mejor no sólo la participación multifacética de las mujeres sino que también enriquece nuestra comprensión del fenómeno migratorio internacional al desvelar las nuevas pautas de la migración, así como las determinaciones de su cuantía presente y futura al reconocer diferentes probabilidades de migrar de hombres y mujeres, y con ello sus impactos en la dinámica de los hogares y las comunidades de origen y destino, entre otras implicaciones relevantes (Szasz, 1994).

De igual modo, el enfoque de género visibiliza cambios relevantes como el aumento más rápido de las calificaciones profesionales de las mujeres, inserción más favorable en la escala ocupacional en algunos segmentos del mercado laboral que están logrando, aparte de su decisión de integrarse en la sociedad estadounidense más que los masculinos, como una estrategia para lograr estabilidad y seguridad de la permanencia en el país destino, así como mejores condiciones de vida para ellas y los integrantes de sus hogares, pese a las desventajas salariales respecto de los hombres en el país destino (Ávila, 2016).

En la gráfica 2 se aprecia el salto de la migración femenina que ostenta estudios profesionales o de posgrado en lo que va del nuevo siglo. En 2000 prácticamente iguala al total de migrantes masculinos, de hecho entre 2007 y 2010 aumentó en tanto que entre los varones disminuyó, desde entonces se produce un notable ascenso que se prolonga hasta nuestros días, de forma que en 2017 las migrantes con estudios profesionales o de posgrado ascienden a 576 mil 608 y los masculinos se ubican en 494 mil 459, con lo cual la participación de las mujeres se ubicó en 53.8% y los varones en el restante 46.2%, en tanto que en 2000 eran prácticamente a partes iguales: 49.5 y 50.5%, respectivamente.

Gráfica 2
Ocupaciones profesionales de los inmigrantes mexicanos con estudios superiores por sexo, 2017

Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ASC), 2017.

La participación ocupacional femenina es menos desventajosa

La mayor escolaridad de las mujeres migrantes de los estratos con la mayor calificación y la formulación de estrategias que reducen su vulnerabilidad les está creando ventajas relativas con relación de los migrantes masculinos, algunas de cuyas manifestaciones pueden verificarse en su inserción en el mercado laboral y la mayor integración a la sociedad estadounidense.

En efecto, datos de la acs del año 2017 sustentan la opinión anterior. En primer lugar, destaca como ocupación principal de las mujeres las actividades profesionales (56.5%), si bien entre los hombres esa actividad también es la más importante, la proporción es significativamente menor (46.0%). Las ocupaciones profesionales más importantes para las mujeres, es decir, donde ellas son mayoría, son educación (78.5%); médicos, profesionistas y técnicos de salud (71.2%); ciencias sociales y legales (64.7%). La distribución por tipo de ocupación muestra que ellas se concentran principalmente en ocupaciones de educación (30.8%); gerenciales, negocios y financieras (27.9%); y en profesionistas y técnicos de salud (19.3%). Estas tres ocupaciones concentran 78.1% de las mujeres mexicanas con estudios superiores. En cambio, los hombres tienen una representatividad en un número mayor de ocupaciones, pero menor dispersión ocupacional; tan sólo las ocupaciones de Gerenciales, negocios y financieras concentran 41.5% de los mexicanos con estudios superiores. Destacan las ocupaciones de ciencias de la computación, informática, ciencias e ingeniería que concentran 23.2% de los hombres y sólo 6.2% de las mujeres, ocupaciones claramente masculinizadas.

Por el racismo y la xenofobia de grupos de la sociedad estadounidense, algunos inmigrantes experimentan desvaloración de sus capacidades y otros más no pueden ejercer sus profesiones. Entre las ocupaciones clasificadas como no profesionales destacan, para el grupo de mujeres, las ocupaciones de oficina y apoyo administrativo (33.8%), ventas y ocupaciones relacionadas (18.7%), y construcción, limpieza de terrenos y mantenimiento (12.5%); estas tres ocupaciones no profesionales concentran 65.0% de migrantes del género femenino (gráfica 3). Las ocupaciones claramente feminizadas son cuidado personal y servicios relacionados (80.8%), así como ocupaciones de oficina y apoyo administrativo (66.5%). Nuestros datos confirman lo ya referido por Parella relativo a que la segregación ocupacional afecta directamente a la mujer inmigrante, independientemente de sus cualificaciones laborales, debe comprenderse desde la triple discriminación que enfrentan por ser mujer, inmigrante y trabajadora (Parella 2003, citado en Canales 2014).

Gráfica 3
Ocupaciones no profesionales de los inmigrantes mexicanos con estudios superiores por sexo, 2017

Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ASC), 2017.

Discriminación salarial por género

A pesar de que 56.5% de las mujeres con estudios superiores logran insertarse en el mercado laboral calificado, experimentan la discriminación salarial con relación a sus pares varones. Los ingresos por trabajo de los migrantes mexicanos altamente calificados que viven en Estados Unidos son inferiores, en igualdad de calificaciones académicas, que los ganados por nativos e inmigrantes de otras naciones. Aunado a ello, entre los connacionales existen diferencias significativas de género que añadidas a las diversas situaciones de los hogares a los que pertenecen, determinan condiciones de vida diferentes para hombres y mujeres.

La desigualdad de género es el factor más importante en la explicación de las inequidades que experimentan las mujeres en el mercado laboral, especialmente en las ocupaciones y los salarios (England, Allison, Wu y Ross, 2004). La información disponible sugiere que la desigualdad para las mexicanas inmigrantes es menos adversa en Estados Unidos que en México, y dicha inequidad persiste aun en el mercado laboral de alta escolaridad, donde tanto en las ocupaciones profesionales y no profesionales los inmigrantes mexicanos masculinos ganan más que las del género femenino. En las ocupaciones profesionales los hombres tienen un ingreso promedio 30% más alto que las mujeres, independientemente del nivel de escolaridad, salvo entre quienes poseen los grados de maestría y profesional (35.5 y 37.7% respectivamente). También en el mercado de las ocupaciones no profesionales las inmigrantes mexicanas de alta escolaridad enfrentan una notoria discriminación salarial respecto de los hombres; no obstante que en este grupo las mujeres se ocupan en 30.8% en ocupaciones de oficina y apoyo administrativo. Así, la información del cuadro 1 confirma que las inmigrantes mexicanas con estudios profesionales o posgrado experimentan una triple discriminación por sexo, ocupación y nivel de escolaridad con relación a sus pares masculinos (cuadro 1).

Cuadro 1
Media del ingreso salarial (dólares) de los inmigrantes mexicanos con estudios superiores por nivel de escolaridad en Estados Unidos, 2017

 

Grado asociado a licenciatura

Licenciatura

Maestría

Grado profesional

Doctorado

Ocupaciones profesionales

     

Hombres

54 723a

73 286b

107 048e

96 741d

84 643c

Mujeres

37 756a

47 284b

66 721d

66 791d

75 237c

Ocupaciones no profesionales

     

Hombres

39 789a

42 466b

55 758c

42 495b

70 614d

Mujeres

26 852a

30 466c

38 911d

23 818b

24 380a,b

Diferencia porcentual entre hombres y mujeres

   

Ocupaciones profesionales

31.0

35.5

37.7

31.0

11.1

Ocupaciones no profesionales

32.5

28.3

30.2

44.0

65.5

Nota: los valores de la misma fila y subtabla que no comparten el mismo subíndice son significativamente diferentes en p< .05 en la prueba de dos caras de igualdad para medias de las columnas. Las casillas sin subíndices no se incluyen en la prueba. Las pruebas asumen varianzas iguales.
Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ASC), 2017.

Una forma de acercarse al conocimiento de las condiciones de vida de los connacionales altamente calificados que viven en Estados Unidos es indagando sus oportunidades para escapar de la pobreza. De acuerdo con la norma estadounidense, 9.1% de los inmigrantes mexicanos con estudios superiores son pobres; además, como era de esperarse y acorde con los resultados previos, 10.2% de mujeres calificadas se encuentran en pobreza contra 7.9% de los varones, es necesario precisar que la diferencia es estadísticamente significativa (gráfica 4). Por nivel académico también se observan algunas diferencias de interés respecto de la desigualdad de género, como es el caso de quienes poseen grado de licenciatura, donde la incidencia de la pobreza es alrededor de 10% y entre las mujeres con esa escolaridad un poco más alta. Por otra parte, se estima en 884 mil el total de hogares con al menos un inmigrante mexicano con estudios superiores, de los cuales 71 mil (8%) viven en condición de pobreza, así como 23 mil hogares unipersonales y de corresidentes (gráfica 4).

Gráfica 4
Pobreza, Ciudadanía y Dominio del idioma inglés. Inmigrantes mexicanos con estudios superiores en Estados Unidos. Porcentaje

Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ASC), 2017.

La obtención de la naturalización asegura la permanencia de los inmigrantes y los anima a realizar inversiones de largo plazo asociados a la formación de patrimonio, como la compra de una casa, establecer un negocio o capital humano, e incluso puede crearles oportunidades financieras dado que los bancos pueden estar más dispuestos a financiar a personas vinculadas a Estados Unidos a través de ciudadanía (Enchautegui y Giannarelli, 2015). Asimismo, debe señalarse que los inmigrantes naturalizados tienen una mejor inserción laboral que los no naturalizados y, por ende, una economía exitosa con niveles más altos de educación y habilidad en el idioma inglés, y una permanencia más prolongada en el mercado laboral estadounidense (Sumption y Flamm, 2012; Gaspar, 2016).

Relativo a esto, cabe destacar que las mujeres inmigrantes mexicanas con estudios superiores tienden en mayor medida a naturalizarse (55.9%) que los varones (49.7%). La proporción más alta de naturalización para el conjunto de inmigrantes con estudios superiores la ostentan quienes poseen el nivel de maestría (60.9%), doctorado (55.1%) y grado asociado a licenciatura (54.3%); las cifras respectivas en mujeres son 65.4, 63.1 y 57.0%, en tanto que entre los hombres son inferiores: 56.4, 57.2 y 50.9%, como se advierte en la gráfica 4. Las barreras a la naturalización incluyen un bajo dominio del idioma inglés, falta de conocimiento sobre el proceso de solicitud y el costo de la misma, en Estados Unidos este último es el más alto entre los países de la OCDE (Sumption y Flamm, 2012).

La ciudadanía y el dominio del idioma inglés son indicadores de integración. Los inmigrantes tienen más probabilidades de naturalizarse si tienen altos niveles de educación, hablan bien inglés, han permanecido en Estados Unidos durante mucho tiempo, y aprendido la historia de ese país (Sumption y Flamm, 2012). En su conjunto, 82.3% de inmigrantes mexicanos con estudios superiores habla inglés muy bien y bien. Los datos de la gráfica 4 muestran que a mayor nivel de escolaridad, mejor dominio del idioma inglés. Aunque las diferencias entre hombres y mujeres son mínimas, son estadísticamente significativas, excepto en el nivel doctorado.

La condición de actividad es otro de los ámbitos en que se aprecian diferencias de género. La información del cuadro 2 evidencia que la migración tiene motivaciones laborales al revelar que la tasa de participación económica de hombres y mujeres es alrededor de 97%, independientemente del nivel de escolaridad. En cambio, las tasas de inactividad revelan diferencias de género donde sobresalen las mujeres con la más alta, aun cuando desciende conforme aumenta la escolaridad. Pese a que la información presentada refiere una observación puntual (2017), la elevada inactividad femenina puede asociarse al desempeño de roles tradicionales del género femenino en los hogares, como es el quehacer doméstico, la crianza de los hijos o el cuidado de adultos mayores, lo que las confina en las unidades domésticas, captados más tarde como años dedicados a la crianza de los hijos o al cuidado de integrantes del hogar. De igual modo, no debe olvidarse que las mujeres altamente calificadas no escapan a esta situación y al tiempo que se declaran activas pueden estar desempeñando esos roles a título de segunda jornada.

Cuadro 2
Condición de actividad de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos por sexo, 2017

 

Tasa de PE

Tasa desempleo

Tasa de inactividad

Tasa de PE

Tasa desempleo

Tasa de inactividad

 

 

Grado profesional

 

 

Licenciatura

Hombres

97.1

2.9

11.5

96.7

3.3

9.8

Mujeres

96.8

3.2

30.8

96.8

3.2

32.9

Total

96.9

3.1

22.3

96.7

3.3

22.4

 

 

Maestría

 

 

Grado Profesional

 

Hombres

97.4

2.6

9.7

97.8

2.2

18.1

Mujeres

97.6

2.4

22.7

98.0

2.0

37.9

Total

97.5

2.5

16.3

97.9

2.1

28.0

 

 

Doctorado

 

 

Estudios superiores

 

Hombres

96.7

3.3

12.1

96.9

3.1

10.7

Mujeres

96.4

3.6

21.0

96.9

3.1

31.0

Total

96.6

3.4

15.4

96.9

3.1

21.6

Fuente: simde-uaz. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (acs), 2017.

Determinantes de la inequidad de género en mercado laboral estadounidense

Con la finalidad de identificar los factores asociados a las desigualdades de género en la participación laboral de hombres y mujeres en el mercado laboral estadounidense, se utiliza una regresión logística binomial a partir de tres modelos: para sexo indistinto, para hombres y para mujeres.

Los ejercicios buscan valorar la importancia de factores asociados a la posesión de capital escolar y a los roles de género en la participación en el mercado laboral de connacionales femeninas y masculinos con estudios profesionales o posgrado radicados en Estados Unidos. Con ello podremos acercarnos al conocimiento de algunas determinaciones de la inactividad de los inmigrantes con este nivel de escolaridad, en particular de las mujeres quienes ostentan las tasas de inactividad más altas. En la variable dependiente del modelo logístico binomial, 1 corresponde a trabaja y 0 no trabaja. A continuación, se describen las razones por las cuales se incluyen 13 variables independientes que influyen en la mayor o menor probabilidad de incorporase al mercado laboral de la población en estudio. En los cuadros 3.a y 3.b se presenta información que sustenta nuestras opiniones.

Sexo. Las personas altamente calificadas no escapan a la influencia de valores, costumbres, creencias y actitudes relacionadas con su condición sexual que inciden poderosamente en la forma en que son percibidos y en la experiencia de la opresión o el disfrute de las ventajas de género, lo cual se traduce en desigualdades de reconocimiento y trato digno en el interior de sus hogares, el entorno local y del mercado laboral, entre otros espacios decisivos en el curso de vida de las personas.

Edad. El ingreso, la permanencia y promoción en el mercado laboral se relacionan estrechamente con la edad de las personas económicamente activas. Incluso, el capital escolar y el género se asocian a la creencia de diferentes potenciales en función de la edad y ciclo de vida. Así, 53.4% de los inmigrantes con estudios de licenciatura o posgrado son mujeres; una proporción mayor de ellas (46.9%) se encuentra en la etapa de plenitud de su potencial productivo (4070 años de edad) y entre los varones esa proporción desciende ligeramente (44.4%). Por último, cabe señalar que las mujeres representan 54.8% del grupo más joven (22 a 39 años de edad).

Escolaridad. La globalización ha transformado al conocimiento en el activo más valioso del desarrollo. Estados Unidos es sede de esa transformación, y ahí el capital escolar, incluyendo las habilidades y destrezas digitales, juega un papel decisivo en la competitividad en el mercado laboral, hecho que condiciona la posición en el empleo y la movilidad. A los desafíos que enfrenta el trabajador nativo en el vecino país del norte, los inmigrantes nacidos en México que laboran allá agregan la discriminación étnica, y las mujeres mexicanas, además, las injusticias a causa del género. Los datos recientes muestran que el capital escolar se está transformando es una estrategia femenina que contrarresta la doble desventaja: 75.6% de ellas posee título profesional, representan 54.5% del total de connacionales con esa escolaridad; y entre quienes poseen posgrado, 27.6% son varones y 24.4% mujeres, es importante subrayar que en este grupo de connacionales con posgrado la mitad son mujeres.

Lugar de estudio. La calidad y pertinencia de la oferta educativa de las instituciones de educación superior y posgrado constituye una exigencia cada vez más ineludible, y que al no atenderse compromete tanto la competitividad de las naciones como los egresados de sus instituciones (Gaspar, 2016). Como se comprenderá, esta condición resulta de suma importancia para las probabilidades de los connacionales de emplearse y obtener los retornos que corresponden a sus títulos y grados, de ese modo evitan el desperdicio (o pago inferior) de su talento. Aproximadamente 23% llegó al vecino país del norte en la etapa intermedia de su formación escolar, por lo que posee estudios mixtos, mientras que 25.9% llegó en la infancia y ha vivido en Estados Unidos desde entonces, de ahí que realizara sus estudios en ese país. En términos generales, puede decirse que 52.2% de los hombres y 53.8% de las mujeres realizaron sus estudios en México.

Carrera de nivel licenciatura. Las opciones de carrera de licenciatura resultan cruciales en la trayectoria laboral de las personas activas y sus probabilidades de ingresar y permanecer en el mercado laboral. Este ejercicio se divide en dos: las áreas que concentran a un mayor número de mujeres respecto de los hombres (más de 50%), es decir, áreas de conocimiento que nombramos feminizadas; y el resto de las áreas se consideran masculinizadas. Las carreras con mayor concentración de mujeres son: a) biología y química (50.03%); medicina y ciencias de la salud (74.3%); humanidades (52.2%); ciencia de la conducta (66.2%); ciencias sociales y económicas (62.6%); educación (76.7%); y, administración, negocios y finanzas (55.7%). Las carreras con concentración de hombres son: b) físico-matemáticas y ciencias de la tierra (57.6%); biotecnología y ciencias agropecuarias (68.8%); ingenierías (77.5%); artes (59.2%) (los criterios utilizados y las estimaciones correspondientes pueden verse en Gaspar, 2016). A este respecto, Harney (2012) señala que las mujeres se autoseleccionan para estudiar carreras feminizadas, lo que contribuye a la desigualdad de género en el mercado laboral.

Dominio del idioma inglés. La acción comunicativa es crucial para la interacción social, y con ello vehículo principal de vinculación y, en su caso, integración con la sociedad de destino. Por eso el dominio del idioma inglés para los connacionales radicados en Estados Unidos es un valioso activo para participar en el mercado laboral y en los espacios educativos. Sin el dominio del idioma muchas opciones permanecen inalcanzables. La información disponible sugiere que cada día son más los connacionales que se apropian de este activo, pues 8 de cada 10 sin distinción del sexo hablan muy bien y bien el idioma inglés.

Ciudadanía. Poseer la ciudadanía estadounidense es lograr el reconocimiento de derechos y responsabilidades que la constitución del país vecino del norte confiere a los inmigrantes. Con ello, los connacionales logran el derecho de residencia permanente, así como derechos laborales y prestaciones sociales asociadas a la ciudadanía. Así, debe destacarse que la obtención de ciudadanía es más característica entre las mujeres (54.5% frente 48.3% de los varones). Es importante mencionar que estudios diversos dejan ver que la gran mayoría de los connacionales no realiza el trámite de ciudadanía, y se limita a obtener la green card que confiere la residencia permanente y autorización para trabajar del titular y sus familiares directos (hijos menores de edad y solteros).

Pobreza. Los hogares y sus integrantes que carecen de los ingresos para adquirir los bienes y servicios que proporcionan una vida larga, saludable y segura, suelen contar con baja escolaridad y un entorno desfavorecedor para el desarrollo y la ampliación de sus capacidades. La población inmigrante que vive en esa situación suele enfrentar, además, la discriminación étnica y el estigma por los estereotipos alrededor de su nacionalidad, lo que se transforma en nuevos obstáculos para escapar de la pobreza. En esos contextos, familiar y social, ser mujer, aun con calificaciones altas, exige mayores esfuerzos que a los masculinos para construir y realizar su plan de vida, incluida la participación económica.

Situación conyugal. La unión conyugal sugiere la construcción de vínculos afectivos y de solidaridad que favorecen el desarrollo de la personalidad de sus integrantes. Sin embargo, los roles tradicionales de género y los contextos sociales de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos crean una red de obstáculos y privaciones para que ese proyecto cristalice, y suelen representar para las mujeres mayores obstáculos y limitaciones para su autonomía y empoderamiento. El estado conyugal inserta a las mujeres en procesos de organización doméstica que obran en perjuicio de su incorporación al mercado laboral. Así, en 2017 la tasa de inactividad de las mujeres inmigrantes unidas es el doble (36%) que la correspondiente a mujeres solteras o alguna vez unidas (17.1%).

Posición en el hogar. Ser jefe del hogar, cónyuge, hija o hijo implica un conjunto de responsabilidades en la organización familiar y los arreglos para la vida doméstica, así como apoyos para la realización de los planes de vida de sus integrantes, más aún en los hogares en la etapa de expansión, esto es por el nacimiento o crecimiento de los hijos. Es probable que el desempeño del rol de madre y esposa reduzca la probabilidad de la mujer de incorporarse al mercado laboral, ya sea en tiempo completo o parcial. La tasa de inactividad de las mujeres inmigrantes con hijos es de 32.7% y la de quienes no tienen descendencia de 24.8%.

Presencia de los hijos en el hogar. La crianza de los hijos y su atención en hogares donde la mujer desempeña roles tradicionales puede reducir su posibilidad de incorporarse al mercado laboral en tiempo completo, e incluso a tiempo parcial. La tasa de inactividad de las mujeres inmigrantes con hijos es de 32.7% contra 24.8% sin hijos.

Adultos mayores en el hogar. La familia extensa constituye una realidad contemporánea presente no sólo en el país sino también entre los connacionales residentes en Estados Unidos, independientemente del grado de escolaridad del jefe del hogar y cónyuge. La presencia de personas de la tercera edad en el hogar puede constituir un apoyo para las actividades relacionadas con trabajo doméstico o el cuidado de menores, e incluso ingresos monetarios adicionales derivados por pensiones o del ahorro. También los adultos mayores pueden demandar trabajo adicional en el hogar para el cuidado, apoyos para terapias y alimentación y aseo personal, actividades que las mujeres suelen desempeñar. Se trata de circunstancias que pueden obstaculizar o posponer la participación en el mercado laboral (oit, 2009). Así, la tasa de inactividad de las mujeres con abuelos presentes es de 33.0% y sin abuelos, 28.9%. Cuando las mujeres tienen hijos y sin abuelos en el hogar la tasa de inactividad es de 34.1%, mientras que las que tienen hijos con abuelos presentes en el hogar es de 23.1%; sin duda, en este caso los abuelos son un activo.

Número de migrantes calificados en el hogar. La presencia en el hogar de integrantes con escolaridad profesional o posgrado crea un clima educacional favorable y reconocimiento de los planes personales; sin embargo, se ha observado una mayor probabilidad de que la mujer se emplee cuando es única en el hogar, y parece obstruirla cuando dos o más integrantes poseen los mismos niveles de estudios. Una evidencia de la importancia de esta situación es el hecho de que la tasa de inactividad de las mujeres es de 27.3% cuando es única en el hogar, y aumenta a 38.1% cuando dos o más integrantes del hogar tienen esas calificaciones.

Cuadro 3a
Inmigrantes mexicanos con estudios superiores de licenciatura o posgrado de 22 a 70 años en Estados Unidos, 2017

 

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

 

 

Relativos por columna

 

Relativos por renglón

Condición de actividad

330 456

378 168

708 624

46.6

53.4

No trabaja

10.3

31.6

21.6

22.2

77.8

Trabaja*

89.7

68.4

78.4

53.4

46.6

Sexo

Mujeres

0

100

53.4

0

100

Hombres*

100

0

46.6

100

0

Edad

De 40 a 70 años

55.6

53.1

54.2

47.8

52.2

De 22 a 39 años*

44.4

46.9

45.8

45.2

54.8

Nivel de escolaridad

Posgrado

27.6

24.4

25.9

49.8

50.2

Licenciatura*

72.4

75.6

74.1

45.5

54.5

Lugar de estudios

Estados Unidos*

23.8

23.7

23.7

46.7

53.3

Formación mixta

23.7

22.5

23

47.9

52.1

México

52.5

53.8

53.2

46

54

Carrera-licenciatura

Masculinizadas

39.5

13.7

25.7

71.6

28.4

Feminizadas*

60.5

86.3

74.3

38

62

Dominio del idioma inglés

No bien y no habla

17.3

18.1

17.8

45.5

54.5

Muy bien y bien*

82.7

81.9

82.2

46.9

53.1

Ciudadanía estadounidense

No ciudadano

51.7

45.5

48.4

49.8

50.2

Ciudadano*

48.3

54.5

51.6

43.7

56.3

*Categoría de referencia
Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ACS), 2017.

 

Cuadro 3b
Inmigrantes mexicanos con estudios superiores de licenciatura o posgrado de 22 a 70 años en Estados Unidos, 2017

 

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

 

 

Relativos por columna

 

Relativos por renglón

Pobreza

         

No pobres

92.3

90.5

91.4

47.1

52.9

Pobres*

7.7

9.5

8.6

41.5

58.5

Situación conyugal

No unido

35.3

34.7

35

47

53

Unido*

64.7

65.3

65

46.4

53.6

Posición en el hogar

Jefe(a)*

54.3

39.7

46.5

54.5

45.5

Esposo(a)

20.3

39.5

30.6

31

69

Hijo(a)

6.6

7.7

7.2

42.9

57.1

Otro

18.8

13.1

15.8

55.6

44.4

Presencia de hijos en el hogar

Menores de 6 y 6 a 17 años*

10.2

10.7

10.5

45.6

54.4

Menores de 6 o de 6 a 17 años

34.8

41.5

38.3

42.3

57.7

Sin hijos

55.0

47.9

51.2

50.1

49.9

Presencia de adultos en el hogar

Sin adultos

89.1

87.3

88.1

47.1

52.9

Con adultos*

10.9

12.7

11.9

43

57

Número de inmigrantes calificados en el hogar

Con dos o más

23.7

19.9

21.6

51

49

Con uno*

76.3

80.1

78.4

45.4

54.6

*Categoría de referencia
Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ACS), 2017.

Género y participación laboral de mexicanas altamente calificadas en Estados Unidos

Como se comprenderá, un conjunto de factores de muy diversa índole influye en la probabilidad de los connacionales de altas calificaciones de participar en el mercado laboral estadounidense, las cuales se localizan dentro y fuera de hogar tanto en Estados Unidos como en México; en este último tienen gran importancia los roles de género aprendidos, la posición de clase y los valores tradicionales y costumbres arraigados en la cultura nacional, entre otros.

Así, queda abierta la interrogante sobre la influencia de cada una de las variables mencionadas en la probabilidad de que las connacionales con altas calificaciones se incorporen en el mercado laboral. Con el propósito de acercarse al conocimiento del impacto de esas variables, en seguida se presentan, en apretada síntesis, los resultados de tres modelos logísticos binomiales.

Respecto de los tres modelos aplicados debe precisarse, en primer lugar, que se verificó la matriz de correlación y los resultados no justificaron la exclusión de alguna de las variables consideradas en el modelo. En segundo lugar, los signos de los coeficientes en la regresión logística resultaron coherentes con lo esperado, y en todos los casos las afirmaciones se hacen manteniendo constante el resto de variables incluidas en el modelo. En tercer lugar, la estadística de los resultados de los tres modelos indica una buena bondad de ajuste, la inclusión de variables relevantes y la inexistencia de multicolinealidad. Sólo se interpretan los valores estadísticamente significativos. Los resultados de cada uno de los tres ejercicios se pueden observar en los cuadros 4a, 4b y 4c. Los hallazgos principales del estudio pueden resumirse del siguiente modo:

1. Existe un amplia desventaja de género para las mujeres altamente calificadas en su participación en el mercado laboral, dado que ser masculino aumenta cuatro veces la probabilidad relativa de estar ocupado en lugar de no estarlo, respecto de las mujeres.

2. La desvalorización de los títulos profesionales de México tiene impactos adversos significativos en las probabilidades de encontrar empleo en Estados Unidos. Así, ostentar títulos de estudios profesionales o de posgrado en México reduce la probabilidad de estar ocupado respecto de los que tienen estudios mixtos o los realizaron en Estados Unidos. Sólo en el modelo para el inmigrante mexicano masculino resultó no significativo pero se mantiene el signo negativo de z, lo que indica que puede haber una discriminación de títulos profesionales obtenidos en el origen, en este caso en México y por sexo, es decir, entre las mujeres (véase Batalova, Fix y Creticos, 2008; Gaspar, 2016).

3. Los fallos en las acciones comunicativas derivados de la falta de dominio del idioma inglés, operan conforme lo esperado: el dominio del idioma inglés resultó significativo en la probabilidad relativa de estar ocupado en lugar de no estarlo, que fue 1.5 veces superior entre los que hablan muy bien y bien el inglés, y de 1.8 y 1.1 veces superior entre las mujeres y los hombres, respectivamente, con relación a quienes no hablan o no hablan bien el inglés. En ese sentido, las desventajas de género por el no dominio de idioma inglés muestran una selectividad negativa para el conjunto de inmigrantes mexicanos altamente calificados, y es más adversa para las inmigrantes femeninas.

4. La integración a la sociedad estadounidense es una estrategia adecuada para aumentar la participación en los distintos subsistemas sociales. Así, la ciudadanía favorece estar ocupado en lugar de no estarlo, y es hasta en 1.3 veces superior con relación a los que no están naturalizados; esta variable sólo resultó significativa en el modelo de las mujeres e incrementa hasta en 1.6 veces la probabilidad relativa de estar ocupado en lugar de no estarlo.

5. La «trampa de la pobreza», que compromete la calidad de vida de 10% de los hogares con al menos un integrante de alta escolaridad, tiene un efecto negativo estadísticamente significativo de emplearse, es negativo para hombres y mujeres en valores estadísticamente significativos para incorporarse en el mercado de trabajo.

6. La unión conyugal, las exigencia del mercado laboral y la desigualdad de género son situaciones para los inmigrantes mexicanos altamente calificados en las que estar unido reduce la probabilidad relativa de incorporase al mercado laboral, en lugar de no estarlo o ser soltero alguna vez unido; este resultado es significativo en el modelo total y para las mujeres. Es decir, estar unida sólo entre las mujeres tiene un efecto negativo para incorporarse al mercado laboral.

7. Las relaciones de parentesco, el género y la jerarquía en el hogar tienen impactos diferentes en cuanto a las probabilidades de participar en el mercado laboral de los inmigrantes altamente calificados radicados en Estados Unidos. En el modelo total ser esposo(a), hijo(a) o tener otro parentesco (que puede ser familiar o no familiar) reduce la probabilidad relativa de estar ocupado respecto del jefe(a) del hogar. En cambio, en el modelo de las mujeres, como se esperaba, es significativa cuando la posición que se ocupa en el hogar es la de esposa, que reduce hasta en 56.6% la probabilidad relativa de estar ocupada, en tanto que en el modelo de los hombres resultó negativo y significativo cuando se es hijo (28.3%) respecto de cuando se es jefe del hogar.

8. Existen múltiples factores que pueden obstaculizar la inserción plena de las mujeres en el mercado laboral, tales como la distribución del trabajo y las responsabilidades dentro del hogar, o bien, por los estereotipos, normas o acciones impuestas por el mercado laboral (institucional y no institucional). Uno de los factores ya reconocidos como barreras para la incorporación plena de las mujeres mexicanas son los roles tradicionales, entre los que se encuentran el de madre (cuidado de los hijos y de familiares adultos mayores). Al respecto, para las mujeres resultó negativo y significativo el estar casada o tener adultos mayores en el hogar, lo cual reduce la probabilidad relativa de ocuparse hasta en 56.6% y 49.9% respectivamente. Asimismo, no tener hijos incrementa la probabilidad relativa de estar ocupada en lugar de no estarlo 1.5 veces, en cambio, en los hombres sin hijos se reduce la probabilidad de estar ocupado.

9. Las desigualdades que imponen los roles de género se expresan en numerosos espacios de la vida social y comprometen la calidad de vida de las mujeres, así como sus oportunidades de participación. Cuando existe una sola persona en el hogar con estudios superiores, la probabilidad de ocuparse en lugar de no estarlo para las mujeres se incrementa hasta en 1.3 veces respecto de cuando en el hogar hay dos o más personas calificadas. El resultado es similar y significativo en el modelo total.

Cuadro 4a
Modelo total. Factores asociados a la condición de actividad de los inmigrantes mexicanos de 22 a 70 años con estudios superiores de licenciatura o posgrado en Estados Unidos, 2017

Negritas (Categoría de referencia). * p<0.05, ** p<0.01, *** p<0.001 (Ponderador relativizado)
Fuente: SIMDE-UAZ. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ACS), 2017.

Cuadro 4b
Modelo mujeres. Factores asociados a la condición de actividad de los inmigrantes mexicanos de 22 a 70 años con estudios superiores de licenciatura o posgrado en Estados Unidos, 2017

Negritas (Categoría de referencia). * p<0.05, ** p<0.01, *** p<0.001 (Ponderador relativizado)
Fuente: estimación propia con base en U.S. Census Bureau, American Community Survey (ACS),
2017.

Cuadro 4c
Modelo hombres. Factores asociados a la condición de actividad de los inmigrantes mexicanos de 22 a 70 años con estudios superiores de licenciatura o posgrado en Estados Unidos, 2017

Negritas (Categoría de referencia). * p<0.05, ** p<0.01, *** p<0.001 (Ponderador relativizado)
Fuente: simde-uaz. Estimación propia con base en U.S. Census Bureau,
American Community Survey (acs), 2017.

Conclusiones

Los patrones de la migración México-Estados Unidos están cambiando rápidamente hacia una mayor participación de los connacionales con estudios superiores, entre ellos destaca una mayor participación femenina, excepto en el nivel de doctorado, donde los hombres preservan su mayoría. De igual modo, las mujeres han logrado una inserción ocupacional más favorable en el mercado de trabajo pero con una marcada discriminación de ingresos: ellas ganan en promedio hasta 30% menos que los varones, lo que se refleja en una incidencia de la pobreza más alta en mujeres que en varones. Los roles que marcan las responsabilidades dentro del hogar como el ser esposa, madre o cuidar adultos mayores siguen siendo para algunas mujeres barreras para su inserción plena en el mercado laboral. Las mujeres calificadas enfrentan mayores barreras que los hombres para emplearse, obtener y mantener empleos de alto estatus y soportar la carga desigual de las responsabilidades familiares (OIT, 2009).

Una mayor proporción de mujeres está logrando integrarse a la sociedad estadounidense, ellas optan en mayor medida por naturalizarse y hablar el idioma inglés. Este grupo de mujeres tiene una probabilidad mayor de incorporase al mercado laboral, pues la ciudanía y el inglés funcionan como un activo. De manera similar, entre los que tienen estudios superiores realizados en Estados Unidos, ya que los que tiene estudios realizados en México reducen hasta 38.8% la probabilidad relativa de estar ocupado en lugar de no estarlo, esa relación entre las mujeres es de 42.1%.

Existen múltiples factores que pueden obstaculizar la inserción laboral plena de las mujeres con estudios superiores, tales como la distribución del trabajo y las responsabilidades dentro del hogar, o bien, por los estereotipos, las normas o las acciones impuestas por el mercado laboral (institucional y no institucional) y el estatus de residencia legal. Tal como señalan Kenny y O’Donnell (2016), las estrategias encaminadas para alentar la participación de las mujeres en el mercado laboral deben apostar por una igualdad de remuneraciones, legislación laboral igualitaria y asistencia para el cuidado de los menores y de adultos mayores. Quizá en este último punto deba promoverse la igualdad de responsabilidades del cuidado del hogar, incluido el cuidado de los hijos y los ancianos.

Como puede apreciarse, las mujeres migrantes calificadas y altamente calificadas están participando activamente en el proceso migratorio México-Estados Unidos, y el conocimiento de los factores asociados a su inserción laboral desventajosa tiene gran relevancia. La irrupción de la crisis financiera en Estados Unidos y su secuela depresiva que se proyecta hasta nuestros días, determinaron una brusca contención de la emigración de connacionales a ese país, y el retorno a México de poco más de un millón de personas tan sólo entre 2005 y 2010, de los cuales una mínima proporción son personas altamente calificadas.

El ascenso de la migración internacional calificada de México a Estados Unidos en años recientes y el nuevo perfil marcado por la activa participación de las mujeres plantean el imperativo de estructurar una nueva política migratoria que evite la pérdida de capital humano y crear estrategias apropiadas para vincular a la diáspora en el aumento de la productividad y la competitividad de la economía nacional. Los connacionales migrantes internacionales con estudios profesionales y posgrado, incluidos los estudiantes que salen del país para realizar estudios de posgrado, están llamados a desempeñar un papel cada vez más relevante en las estrategias de ampliación del capital humano. México debe incursionar en ese movimiento global de migrantes calificados con una política migratoria clara y eficaz de retención, promoción del retorno e impulso a la circulación de talentos, incluyendo de manera explícita el enfoque de género.

Referencias

American Immigration Council, Foreign-born stem Workers in the United States, June 2017, en https://www.americanimmigrationcouncil.org/sites/default/files/research/foreign-born_stem_workers_in_the_united_states_final.pdf

Ávila, José Luis y Rodolfo Tuirán (2018), «Migración México-Estados Unidos frente a la crisis de la globalización», en Ana María Aragonés y Uberto Salgado (coords.), Competencia global por los talentos. Retos y perspectivas para México y América Latina, México, Instituto de Investigaciones Económicas/Universidad Nacional Autónoma de México.

Ávila, José Luis (2013), «Highly skilled mexican women migrants to the United States», Voices of México, 99, pp. 107110, en http://www.revistascisan.unam.mx/Voices/pdfs/9921.pdf

Ávila, José Luis (2016), «Migración calificada México-Estados Unidos. Hacia una perspectiva de género», en José Luis Ávila, Héctor Hernández Bringas y Malaquías López Cervantes, Retos del cambio demográfico en México, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Batalova, Jeanne, Michael Fix y Peter Creticos (2008), «Uneven progress: the employment pathways of skilled immigrants in the United States», Washington, DC, Migration Policy Institute.

Carámbula, Diego (2015), Competencia global por talento en la economía del conocimiento y su impacto en la migración calificada: análisis de la situación en la República Argentina (Tesis de Doctorado), Argentina, Universidad Católica Argentina/Facultad de Ciencias Económicas, en http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/tesis/competencia-global-talento-economia.pdf

Delgado Wise, Raúl (2014), «Migración mexicana altamente calificada: problemática y desafíos», Observatorio del Desarrollo. Investigación, reflexión y análisis, 2(8).

Enchautegui, María y Linda Giannarelli (2015), The economic impact of naturalization on immigrants and cities, Researchre Port, Urban Institute, en https://www.urban.org/sites/default/files/publication/76241/2000549-The-Economic-Impact-of-Naturalization-on-Immigrants-and-Cities.pdf

England, Paula, Paul Allison, Yuxiao Wu y Ross Mary (2004), Does bad pay cause occupations to feminize, does feminization reduce pay, and how can we tell with longitudinal data?, Stanford University, American Sociological Association, en http://genderbias.net/docs/resources/guideline/Does%20bad%20pay%20cause%20occupations%20to%20feminize,%20Does%20feminization%20reduce%20pay,%20and%20How%20can%20we%20tell%20with%20longitudinal.pdf

Fraser, Nancy, Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya (2019), Manifiesto de un feminismo para el 99%, México, Herder.

García Ramírez, Telésforo y Luciana Gandini (julio-diciembre 2016), «Trabajadoras calificadas: las mujeres mexicanas en el mercado de trabajo estadounidense en perspectiva comparada», Revista Latinoamericana de Población, 10(19).

García Ramírez, Telésforo y Camelia Tigau (2018), «Mujeres mexicanas altamente calificadas en el mercado laboral estadounidense: ¿integradas o segregadas?», Sociedad y Economía (34), en https://www.doi.org/10.25100/sye.v0i34.6475

Gaspar Olvera, Selene (2016), ¿Estudiar para emigrar o emigrar para estudiar? Procesos de integración de los inmigrantes mexicanos calificados en Estados Unidos (Tesis de maestría), México, Universidad Nacional Autónoma de México, en http://132.248.9.195/ptd2016/mayo/086335676/Index.html

Gaspar Olvera, Selene y Mónica Chávez Elorza (2016), «Migración mexicana altamente calificada: 19902013», Problemas del Desarrollo, 47(185), pp. 81110.

Kenny, Charles y Megan O’Donnell (2016), «Why increasing female migration from gender-unequal countries is a win for everyone», Center for Global Development, en https://www.cgdev.org/sites/default/files/why-increasing-female-immigration-flows-gender-unequal-countries-could-have-significant.pdf

Harvey Wingfield, Adia (2012), «Even in Female Dominated Jobs, Some Men Still Maintain Advantages, en https://workinprogress.oowsection.org/2012/05/14/even-in -female-dominated-jobs-some-men-still-maintain-advantages/

Institute for Management Development (2018), IMD World Talent Ranking 2018, Lausanne, Suiza, en https://www.imd.org/wcc/world-competitiveness-center-rankings /talent-rankings-2018/

Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2009), «Envejecimiento de la población: ¿Quién se encarga del cuidado?», Trabajo y Familia (8), en https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/documents/publication/wcms_184715.pdf

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (2009), La competición global por el talento. Movilidad de los trabajadores altamente cualificados, París, OCDE.

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (2019), International Migration Outlook 2019, París, en https://www.oecd.org/migration/international-migration-outlook-1999124x.htm

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) (mayo 2019a), Migration Policy Debates (19), p. 2, en https://www.oecd.org/els/mig/migration-policy-debates-19.pdf

Pederzini, Carla y Lindsay B. Lowell (2018), «Mujeres y Hombres en la migración calificada a Estados Unidos», en Ana María Aragonés y Uberto Salgado (coords.), Competencia global por los talentos. Retos y perspectivas para México y América Latina, México, Instituto de Investigaciones Económicas/Universidad Nacional Autónoma de México.

Strack, Rainer, Jens Baier, Mateo Marchingo, y Shailesh (2014), «The global worforce crisis: $10 trillion at risk», en https://www.bcg.com/publications/2014/people-organization-human-resources-global-workforce-crisis.aspx

Sumption, Madeleine y Sarah Flamm (2012), «The economic value of citizenship for immigrants in the United States», Migration Policy Institute (MPI), en https://www.migrationpolicy.org/research/economic-value-citizenship

Szasz, Ivonne (1994), «Migración y relaciones sociales de género: aportes de la perspectiva antropológica», Estudios Demográficos y Urbanos, 9(1).

Tuirán, Rodolfo y José Luis Ávila (10 de abril de 2013), «Migración calificada México-Estados Unidos: desafíos y opciones de política», ponencia presentada en la mesa redonda «Hacia una agenda de investigación sobre migración y desarrollo para el futuro de México», en el marco del proyecto: Hacia dónde va la ciencia en México, Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República y la Academia Mexicana de Ciencias, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Zacatecas.

UN, Department of Economic and Social Affairs. Population Division (2019), «International Migration Stock 2019» (United Nations database, pop/db/mig/Stock/Rev. 2019)», en https://www.un.org/en/development/desa/population/migration/publications/wallchart/docs/MigrationStock2019_Wallchart.pdf

UN (2004), «Estudio mundial sobre el papel de la mujer en el desarrollo 2004. La mujer y la migración internacional», en Asuntos económicos y sociales, Nueva York, Naciones Unidas, en http://www.unwomen.org/-/media/headquarters/attachments/sections/library/publications/2005/world-survey-2004-women-and-international -migration-es.pdf?la=en&vs=5139

Notas

La ACS es una encuesta de hogares que se levanta mensualmente desde el año 2000 cuyo diseño permite contar con microdatos anuales, trienales o quinquenales. El tamaño aproximado del levantamiento anual de la acs a partir de 2005 es de 3 a 3.5 millones de direcciones al año, y a partir de 2006 incluye a todos los residentes actuales no institucionales (viviendas particulares) y en instituciones y cuarteles (viviendas colectivas). La encuesta recopila información detallada sobre las viviendas así como características demográficas, sociales, económicas y laborales de la población ahí residente.

2 Foro de coordinación de políticas macroeconómicas entre las 20 economías más importantes del mundo, que incluye las perspectivas tanto de países desarrollados como de economías emergentes.

3 Desde 2017, con el arribo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la política de ese país en los hechos ha variado en sentido contrario a su tradicional atracción de talentos. Véase, Pierce, Sara, Jessica Bolter y Andrew Selee, Trump says he wants skilled immigrants but raises new obstacles, Migration Policy Institute, Washington, 2018.

4 Cabe precisar que el sistema sexo-género es una construcción sociocultural y es también un sistema de representaciones que asigna significados y valores a las personas que son parte de una comunidad. El sexo apunta a las características fisiológicas y sexuales con las que nacen mujeres y hombres, mientras que género se refiere a las ideas, normas y comportamientos que la sociedad ha establecido para cada sexo, y el valor y significado que se les asigna (UNICEF), en https://www.unicef.org/es/igualdad-de-genero

Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.